El domingo pasado concluyó la 15ª edición del
Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI), uno de los
acontecimientos culturales más prestigiosos de América Latina. Como era de
suponerse las opiniones a favor y en contra no se hicieron esperar. Entre ellas
la del director de cine, Fabián Forte, quién atribuyó el mote de club privado al festival, por apartar al cine argentino y privilegiar al cine
extranjero.
El BAFICI
nació en 1999, y año a año se consolidó como uno de los Festivales de cine más
destacados del mundo, con un importante reconocimiento y un lugar de privilegio
en la agenda cinematográfica internacional. Es reconocido como vehículo
fundamental de promoción para la producción independiente, que muestra los
filmes más innovadores, arriesgados y comprometidos. Integra a través de su
amplia programación, diversas expresiones culturales y reúne a directores consagrados
y nuevos talentos en un ámbito dinámico.
A pesar
de lo nombrado anteriormente, Fabián Forte sostuvo: “Creo que es un festival bastante
cerrado y hoy día bastante snob. Que se llama de Cine Independiente pero que
deja afuera un gran porcentaje de cine argento independiente de verdad”.
Durante doce días, la
Ciudad de Buenos Aires fue una fiesta para el mejor cine
independiente del mundo. Se vieron un total de 473 películas (165 cortos, 36
mediometrajes y 272 largometrajes), exhibidas en 1004 funciones comerciales y
77 funciones de prensa. Sin embargo, para el productor independiente estos
números no dicen nada. “Festivales como el BAFICI debería
tener los huevos de poner más cine nacional. Estamos en un país con mucho cine
y el club privado llamado BAFICI deja demasiado nuestro cine de lado, para
poner películas de realizadores extranjeros”, afirmó Forte.
Otra crítica que el guionista le hace al festival es
que se repiten los mismos realizadores año tras año, como un club. Y que definitivamente
la marca BAFICI es la mirada puesta al extranjero.
En cuanto al cine nacional Forte reconoce que
tiene varios defectos. Entre estos, el escaso dinero para
la realización de un buen guión, la falta de conocimientos en algunos realizadores
de formación actoral y la presencia de realizadores sin experiencia pretenden hacer un cine
distinto a lo que nuestra plataforma de producción puede dar, sumada a la ineficacia
en los sistemas de distribución y difusión de las películas. A pesar de todo mantiene la esperanza de que la situación cambie: “Me gustaría que los medios de comunicación masivos den lugar a las
realizaciones nacionales por que el cine argentino propone un cine distinto al
que estamos acostumbrados a ver. En la mayoría de los casos tiene un gran
compromiso social sumada a la
creatividad de los realizadores para resumir y contar las historias con pocos
elementos”, concluyó Forte.
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